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Mientras el mundo vivía –inspirado en la resistencia francesa- su Mayo del 68, en cada país, cada latitud, la revuelta cultural adquiría sus manifestaciones culturales terrenales en cada dimensión local.
En Uruguay, dos grandes vertientes de la música popular ganaron su lugar a pura canción, luciendo sin vergüenza sus influencias globales, aunque ostentando un sonido y una poética particulares: estaban, en su tiempo, fundando unas identidades.

La canción de raíz folklórica, a veces más camperas, a veces más ciudadanas, tuvo en Zitarrosa, Viglietti, Olimareños y varios otros, a sus luminarias más encendidas. La estética y sus bellezas compartieron podio con la resistencia y el canto de protesta.

Mientras, los “otros jóvenes” se seducían con los sonidos enchufados y post beatleros del rock y sus aledaños, fundando su naciente ciclo generacional con el afrobeat, situando sin complejos al candombe en la senda del rock y el blues, poniendo un cimiento clave en todo lo que después conocimos como rock uruguayo.

Este sábado en la Sala Camacuá, el Beat Show 50/68 tributa a esas explosivas horas del 68 uruguayo. Daniel Magnone, acompañado por Carlos Gómez y Bernardo Aguerre en guitarras, expresará con voz propia su lectura contemporánea de Zitarrosa y Viglietti.

El fundamental Dino –Gastón Ciarlo- hará de inmejorable puente –como lo hizo desde los sesenta hasta hoy- entre el sonido de raíz folclórica y el rock uruguayo de la época, con sus aportes centrales –Milonga de Pelo Largo y Vientos del Sur a la cabeza de decenas más- hechos canción.

Y la banda formada especialmente para la ocasión –Circa- tributará al enorme e imprescindible Circa 68, de los míticos El Kinto (Mateo, Chichito, Urbano y una legión de héroes del rock patrio).